Renovación de aire controlada: La eficiencia oculta

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Desde que se ha implantado plenamente el código técnico de la edificación, hace más de 10 años, la potencia energética (W/m2) necesaria para el confort interior ha bajado considerablemente, situándose en la edificación residencial entre los 60-70Wm2, mientras que en el  sector terciario depende sensiblemente del uso característico, la ocupación,…Una de las exigencias básicas que establece la reglamentación es la de garantizar un mínima ventilación para disponer de una  calidad de aire en el interior (CTE DB-HS3), mientras que en el sector terciario es de aplicación el RITE (CTE DB-HE2). Haciendo un pequeño análisis, un exceso de ventilación implica un derroche energético, ya que para garantizar el confort interior dicho aire renovado tendrá que calentarse o enfriarse, dependiendo de la época. Igualmente, una ventilación deficiente daría lugar a la probabilidad de la formación de condensaciones superficiales, la aparición de hongos o al deterioro paulatino de los acabados, además de una calidad de aire interior “viciada”.

La Directiva 2010/31/UE de eficiencia energética de los edificios establece la obligación de revisar y actualizar los requisitos mínimos de eficiencia energética periódicamente, a intervalos no superiores a cinco años con el fin de adaptarlos a los avances técnicos del sector de la construcción. Por lo tanto, es necesario modificar el DB HE, que fue revisado por última vez en 2013 (hace cinco años), y actualizar el concepto de Edificio de consumo de energía casi nulo, (nZEB:Nearly Zero Energy Buildings) de cara a su aplicación a los edificios a partir de 2019.

En este sentido y con la publicación del Proyecto de Real Decreto por el que se modifica el RD 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación, y que se espera que se publique a mediados del año 2019, incorpora a priori nuevas exigencias aplicables a los edificios de nueva construcción, así como a aquellas intervenciones que se realicen en edificios existentes (ampliaciones, reformas o cambios de uso), tanto los de uso residencial privado (viviendas) como los de uso terciario. Algunos cambios que se incluyen en este nuevo documento son:

  • Definición de un nuevo sistema de indicadores: se mantiene el indicador de consumo de energía primaria no renovable y se definen nuevos indicadores como el consumo de energía primaria total, el coeficiente global de transmisión de calor a través de la envolvente térmica o el control solar de la envolvente térmica.
  • La propuesta de modificación supone reducciones nominales de consumo de energía primaria no renovable para edificios de vivienda plurifamiliares (en bloque) de en torno al 38%, llegando en el caso de edificios unifamiliares hasta el 60% en las zonas más adversas en régimen de invierno.
  • En cuanto al uso de energía procedente de fuentes renovables se plantea un aporte del 50% del consumo de energía primaria en la situación límite de consumo de energía primaria total.
  • Se mantiene la obligación de utilizar un cierto porcentaje de energía renovable para cubrir las necesidades de ACS (sección HE 4), y también la de generación de energía eléctrica mediante paneles solares fotovoltaicos y otros procedimientos, en edificios de uso terciario (sección HE 5). Se elimina, no obstante, la referencia específica a tecnologías concretas, como la solar térmica o la solar fotovoltaica.

Ahora bien, para poder alcanzar los nuevos niveles exigibles para la futura edificación/rehabilitación requiere no sólo la reducción de la demanda energética (mejora de aislamientos, puentes térmicos, infiltraciones,…) o mejora del rendimiento de sus instalaciones ( sistemas eficiente e incorporación de energías renovables) sino que además,  habrá que tener en cuenta a cómo dicho hábitat interactúa con el medio donde se ubique.

La renovación de aire intercambia energía con el medio que lo rodea. Una óptima ventilación representa para una vivienda o piso de construcción actual del orden del 30-35% de la demanda energética, con lo de acuerdo con las nuevas exigencias, el control de la ventilación encarna un valor seguro en el objetivo de una mayor eficiencia energética. En este sentido, para conseguir una disminución en el consumo de energía primaria no renovable, se plantea la instalación de un sistema de ventilación eficiente con recuperadores de calor, de modo que los hogares y locales comerciales cuenten con un aire limpio y fresco garantizado, sin penalizar el ahorro energético. Además de eficiente, también deberá ser balanceada, lo cual quiere decir que deberá entrar y salir la misma cantidad de aire sin que dichos flujos se mezclen, de modo que el aire caliente saliente permitirá calentar evmc-doble-flujol frío que ingrese o viceversa.

Ventilación mecánica eficiente: Entrada mecánica y extracción mecánica

En este sistema tanto la admisión como la extracción de aire son mecánicas, por lo que los caudales de ventilación quedan garantizados, pueden ser controlables y optimizados.

En el mercado existente varias versiones o posibilidades:

  • Admisión mecánica centralizada y extracción mecánica centralizada. En este sistema la admisión de aire y la extracción se centralizan en un punto y se utiliza una red de conductos por toda la vivienda que recibe el nombre de sistema de Doble Flujo.
  • Admisión mecánica descentralizada y extracción mecánica descentralizada. Este sistema se denomina habitualmente Single-Room, pues se instala en la pared exterior de cada local una unidad de ventilación compuesta por un ventilador de admisión y otro de extracción.
  • Combinación de recuperación de calor con pozos canadienses.

Tanto el sistema de DOBLE FLUJO como el SINGLE-ROOM permiten la instalación de un equipo recuperador de calor compuesto por un intercambiador de calor, filtros de aire, un ventilador para impulsión y otro para extracción: el aire del exterior es atemperado por el intercambio con el aire que se extrae del interior sin que se mezclen, lo cual reduce la carga por ventilación de calefacción en invierno y de climatización en verano. De esta forma, se recupera del 40% al 75% de la energía del aire expulsado e, incluso, el 90% en recuperadores de alto rendimiento.

Los sistemas de ventilación mecánica ofrecen un amplio abanico de soluciones tecnológicas y constructivas para su implantación en todo tipo de viviendas y edificios del sector terciario mediante el uso de uno de los sistemas expuestos o combinando varios de ellos y son, la mejor solución de compromiso entre ahorro energético, calidad de aire interior y el confort.

marcos

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